Formas de un dios bueno

Formas de un dios bueno, 130 x 48 x 12 cm, Oscar Barbery, 2025


La instalación Formas de un dios bueno se compone de seis piezas cerámicas modeladas y bruñidas a mano, dispuestas en relación vertical sobre muro. El conjunto alterna superficies de terracota y arcilla blanca, estableciendo un diálogo visual entre contraste cromático, textura y forma.

Las piezas presentan morfologías abiertas y asimétricas que evocan estructuras orgánicas —vainas, pétalos, membranas— sin llegar a una representación literal. Su disposición enfatiza la idea de crecimiento y desplazamiento, generando un ritmo que sugiere tanto expansión como repliegue.

El trabajo forma parte de la serie Teología Vegetal, un proyecto que investiga las correspondencias entre materia, naturaleza y simbolismo espiritual. En este contexto, la obra se plantea como una reflexión sobre la noción de divinidad a partir de lo vegetal: no como figura trascendente, sino como principio vital que habita en los procesos materiales.

La cerámica se utiliza aquí no solo como soporte técnico, sino como campo de pensamiento matérico. A través del bruñido y del modelado manual, el artista pone en valor la relación directa entre cuerpo y materia, subrayando la dimensión procesual de la forma.

Sin recurrir a narrativas explícitas, Formas de un dios bueno propone una lectura contenida y materialista de lo sagrado: una divinidad entendida como energía generativa, inseparable de la tierra y de su poder transformador.

Aida Unno